Entender en todo su espectro qué es un mueble auxiliar ayudará a seleccionar los más adecuados para dar vida, calidez, calidad y belleza a una vivienda, pero, sobre todo, servirá como mobiliario útil.
Este tipo de mobiliario es un aliado, no un protagonista, de la casa. Sin embargo, una correcta elección y distribución logran completar cualquier vivienda, convirtiéndola en un hogar.
Los muebles auxiliares tienen un buen número de usos y aplicaciones, suelen tener tamaños pequeños y medianos, y una vez se coloca y se destina a una finalidad en concreto, como norma general, tendrá ese propósito para siempre.
Pueden colocarse en cualquier habitación, dormitorio, pasillo, entradilla, salón, cocina e incluso en el cuarto de aseo. Su principal virtud, sus reducidas dimensiones, hace que encaje fácilmente en cualquier rincón, completando y complementando el estilo estético elegido.
Beneficios del mueble auxiliar
No son pocas las ventajas que ofrece la colocación de este mobiliario, la principal de todas, la polivalencia, es decir, son multifuncionales.
Como norma general, pueden servir para un buen número de funciones, aunque no sean pocos los casos de muebles auxiliares especializados, es decir, utilizados exclusivamente para una función concreta.
Algunos de los destinos más habituales son servir de almacenaje para los objetos que se usan en la calle, para colocar el televisor, como las estanterías, los aparadores, las sillas y mesas, las zapateras, los biombos, los pufs… y un largo etcétera.
Para muchas familias son indispensables. Sin importar el tamaño de la vivienda, gracias a ellos se consigue mantener cierto orden y tener un lugar para cosa, evitando pérdidas de tiempo buscando algún objeto. Su versatilidad está fuera de toda duda, el uso final del mueble quedará al gusto, la creatividad y la necesidad del propietario.
Estos son los tipos más comunes de muebles auxiliares que se localizan en la mayoría de las viviendas familiares.
Los aparadores
Con este nombre y con otros más (cómoda, mueble de recibidor, consola…) se conoce a uno de los muebles auxiliares más recurrentes que no suelen faltar en ninguna vivienda, el aparador.
Su objetivo es el de vestir y decorar la parte de la casa donde se coloque. Es común encontrarlos en el recibidor, al entrar en el inmueble, habitualmente de media altura, con cajones para depositar las llaves, la cartera, y otros elementos que se utilizan en la calle, para tenerlos localizados y a mano cada vez que se piense salir.
También son bastante relevantes en los dormitorios, aunque en este caso se utiliza para guardar objetos más personales. En el salón/comedor servirá de soporte a la decoración y para guardar elementos de la mesa de comedor, como servilletas y manteles.
Si sus dimensiones son anchas y bajas, se consideran perfectos como soporte para los aparatos de televisión. En este caso, el mueble elegido dejará de ser auxiliar para tomar pleno protagonismo en el salón o habitación. En la cocina son habituales aquellos que ofrecen un espacio a modo de botellero, de buffet, con puertas correderas o de bisagra, de cristal o madera…
Los aparadores se presentan en la más amplia variedad de materiales y diseños. En madera, metal y combinándose con cristal… en estilo clásico, industrial, rústico, minimalista, oriental, kitsch… en cualquier caso, es un mueble esencial tanto para la decoración y creación de ambientes como para mantener el orden en las estancias.
Las cajoneras, el mueble para todo
Aunque los muebles auxiliares tienen como principio fundamental su versatilidad, en el caso de las cajoneras se rompen todos los cánones. Es, de por sí, el mueble útil, ideal para cualquier rincón del hogar. La enorme variedad de posibilidades facilita localizar la cajonera que mejor va con el ambiente estético.
Aportan orden utilizando ese espacio que está sin utilizar, que es demasiado pequeño para una mesa, un mueble o cualquier objeto de grandes o medianas dimensiones, pero que, sin embargo, guarda las medidas exactas para una cajonera.
Es una fórmula ideal para terminar de vestir una casa, aportando en algunos casos una nota distintiva, una referencia que se sale del conjunto y que, por eso mismo, la completa.
En manos del propietario o del decorador de interiores queda elegir la cajonera precisa, la que aporte mayor belleza al conjunto y pueda servir para un rincón determinado. Posiblemente, el único lugar donde tenga un espacio predeterminado sea en los dormitorios, ya que habitualmente se utilizan como mesitas de noche, aunque también puede utilizarse como complemento a la cómoda principal.
Las estanterías, desde el suelo o en las paredes
El concepto de estantería se asocia de forma general a aquellos muebles en forma de tablas horizontales que se colocan en las paredes a media altura. Sin embargo, cuando se habla de muebles auxiliares, el espectro se amplía a aquellas que se sustentan en el suelo.
Las estanterías, como cabe suponer, son uno de los más utilizados por permitir el sostén de un sinfín de objetos; libros, cuadros, fotografías, figuras, recuerdos, suvenires, macetas… es un elemento que ofrece la oportunidad de añadir un sinfín de posibilidades decorativas, siendo, además, muy útil. Los diseños, materiales y estilos abarcan una gran cantidad de posibilidades, ofreciendo estupendas oportunidades estéticas.
Otros muebles auxiliares
Aunque los mencionados hasta ahora suelen ser los más habituales en cualquier hogar, no hay porqué detenerse aquí. Como se comentaba al principio de este artículo, la creatividad y la imaginación pueden abrir el campo de posibilidades.
El reciclado y la recuperación de objetos se convierten en herramientas excepcionales para crear muebles auxiliares diferentes, sorprendentes y muy atractivos. Y es que, cualquier elemento, si se coloca de la manera adecuada, puede cumplir esta función. En este sentido, es habitual encontrar mesas y sillas, biombos, baúles…